Características de la Asistencia Social

En algunos países la historia no comenzó con el seguro social como lo fue en Alemania, es decir, con regímenes basados en cotizaciones de los afiliados sino con regímenes financiados por el erario nacional, es decir con la Asistencia Social. Los países escandinavos son un ejemplo de ello y los ancianos fueron el primer segmento de la población a los cuales estos regímenes protegían extendiéndose luego con el tiempo a los enfermos, inválidos, sobrevivientes y desempleados.

La protección dada por la Asistencia Social a través de prestaciones financiadas y administradas por el gobierno central fue reemplazada con el devenir del tiempo por regímenes contributivos de seguro social. En Australia y Nueva Zelanda, por ejemplo, se instauraron regímenes  completos de seguridad social mediante la unificación de una serie de programas de asistencia social.

Las características de la Asistencia Social son las siguientes:

  •  Las prestaciones son sufragadas completamente por el erario público: gobierno nacional o local.
  • Las prestaciones tienen fuerza de ley y el beneficiario tiene derecho legal a su percepción al presentarse su estado de necesidad.
  • Al evaluarse el estado de necesidad del potencial beneficiario, se toman en consideración sus otros ingresos así como los recursos que posee.
  • Las prestaciones que se conceden tienen por objeto aumentar el total de ingresos de los beneficiarios  hasta cierto nivel mínimo fijado por la sociedad, habida cuenta asimismo de factores como el tamaño de la familia y determinadas obligaciones fijas ineludibles, el pago de alquiler, por ejemplo.
  • Las prestaciones no guardan relación con las ganancias anteriores de los beneficiarios, ni con sus niveles de vida normales.
  • A diferencia de lo que ocurre con el seguro social puede ejercerse cierta discreción al fijarse el monto de las prestaciones, aunque, claro está, dentro de los límites impuestos por los derechos reconocidos por la ley.
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