Tendencias de los regímenes de pensiones en A.L. (OISS Estudios de SS II)

Tendencias de los regímenes de pensiones en A.L. (OISS Estudios de SS II)

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Tendencias de los regímenes de pensiones en A.L.

Oscar Hernández Álvarez (Venezuela)

Algunas cifras permiten evidenciar el carácter deficitario de la seguridad social en la región. Para el 2.010 el porcentaje de trabajadores activos de la región que cotizaba a la seguridad social era apenas del 42%, Esta cifra, que comporta una reducción de la que arrojaban las estadísticas para 1.990 (46%), supone un promedio que comprende desde los países con cobertura más amplia (Chile Costa Rica y Uruguay, con alrededor del 70%) hasta los de cobertura más baja (Paraguay y Perú con alrededor del 15%) Ocho de los 18 países latinoamericanos con que se cuenta información tiene una cobertura inferior al 30%.2 Siempre se señaló que la baja cobertura en la seguridad social se correspondía con la existencia de un alto porcentaje de la población que se encontraba por debajo de la línea de la pobreza, incluyendo un importante porcentaje que se encontraba en situación de indigencia.

Para 1990, por ejemplo, los porcentajes de pobreza y de indigencia en la región alcanzaban al 45,3% y al 21,9%, respectivamente y el porcentaje de cobertura de la seguridad social era del 46%. Evidentemente había una correspondencia entre tales cifras, que evidenciaban que una porción importante de la sociedad era tan pobre que no tenía acceso a la seguridad social.

Para 2002 los porcentajes de pobreza y de indigencia alcanzaban al 43,9% y al 19,3%, respectivamente y la cobertura de la seguridad social llegaba al 44%. En los primeros años del Siglo XXI la América Latina desarrolló efectivas políticas de combate a la pobreza. Para el final de la década los índices de pobreza y de indigencia se redujeron al 31% y 12,1%, respectivamente.3 Pero, contrariamente a lo que pudiera esperarse, la cobertura de la seguridad social no aumentó en la misma medida en que la pobreza fue disminuyendo.

Así, para 2010 la cobertura fue de del 42,2%, lo cual evidencia que la mayor parte de las personas que superaron la línea de pobreza, no por ello se afiliaron a la seguridad social. De la misma manera, puede observarse que el no superado déficit en materia de seguridad social, no se corresponde con otros grandes logros importantes en otros ámbitos. Asi, ha habido un notable aumento de la esperanza de vida en la mayoría de los países de la región durante las últimas décadas, el cual en el período 1970-1975 era de 61,4 años, mientras en el período 2005-2010 se había elevado a 73,3 y para el 2010-2015 a 74,3, siendo de observar que este logro, que comporta un envejecimiento relativo de la población, supone una mayor presión sobre el financiamiento de los sistemas de pensiones y de salud, pero no ha comportado un aumento de la cobertura de la seguridad social.4

3. Los grandes obstáculos: administración, cobertura, financiamiento e inflación

Diversas y muy variadas son las circunstancias que explican el retraso relativo de la seguridad social en América Latina. Un análisis detallado de las mismas tendría necesariamente que hacer referencia a las diversas realidades nacionales, lo cual rebasa los límites de esta exposición. Por ello y con el riesgo de caer en generalizaciones que un momento dado no sean aplicables a la específica realidad de un determinado país, me limito a señalar cuatro grandes obstáculos que han entorpecido el buen desarrollo de la seguridad social en la región: administración, cobertura, financiamiento e inflación.

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